Si estos días tienen alguna ventaja es que hay tiempo para escoger películas diferentes. Esta semana hemos descubierto The Rider, dirigida por la china Chloé Zhao, de quien no sabía nada hasta ahora. Que sea una directora china, aunque formada en EEUU, hace aún más sorprendente esta película del género Western contemporáneo, enfocada nada menos que en los Rodeos.
La película comienza con una escena un poco tétrica cuando el
protagonista, un joven vaquero, se quita de la cabeza, a pelo, unas grapas que evidencian una terrible
herida. Imaginas que en segundos aparecerán los malos, los golpes, los tiros y
demás aderezos de las pelis americanas. Y resulta que no, pues se trata de una
historia diferente en un ambiente, el de la América profunda, que creías
conocer pero que en esta película aparece sin adornos. Preciso: el joven Brady,
que ha empezado a destacar en el mundo de los rodeos, en Dakota del Norte, acaba
de sufrir un serio accidente al recibir la coz de un caballo bronco. Tendrá secuelas
y aunque lo intenta, no podrá volver al mundo que adora y el único que conoce,
el de los caballos en los rodeos. Lo que
le queda es un hogar destartalado, sin madre, con un padre fracasado y una
hermana discapacitada.
Sus amigos son, como él, jóvenes sin recursos que aspiran a
ser estrellas del rodeo. Su diversión es rememorar al calor de una hoguera sus
pequeñas hazañas y las de sus héroes. Saben que cualquier día pueden sufrir el
accidente fatal. Les acogen, al igual que a los caballos salvajes, el paisaje y los fantásticos cielos de Dakota. Pero a Brady nada le sonríe, solo su ingenua hermana
pequeña.
Los personajes nos resultan extraños, porque así es el mundo
que habitan, donde parece que el calendario se detuvo hace tiempo y sin
embargo, no pasó nada. De hecho, no se sabe en qué década transcurre la acción;
solo una pista, no hay móviles ¡qué gusto!. Pero se trata de personas normales
porque la directora ha escogido no añadir las fórmulas inevitables
del cine comercial, es decir, guapos/as, malvados/as, efectos especiales, violencia,
sexo y final feliz. Por eso, cuando acaba la película sientes la agradable
sensación de haber dedicado una hora y media a una historia que merecía la
pena. Y te da que pensar. Por ejemplo, que el mundo que refleja esta película no
podría ser detenido por un Covid-19; porque esta transcurre en una realidad paralela donde
no ha llegado, ni llegará nunca, la cultura de otros países, ni el bienestar, ni
la protección social. El tío Sam solo les facilita comida basura y sueños caducados.
Hoy en España: 218.011
total diagnosticados, 25.428 muertos, 121.343 curados
No hay comentarios:
Publicar un comentario