Soy adicta a Radio 3. Considero un milagro que nadie aún haya decidido eliminar este reducto de radio independiente, sin rankings, ni principales, ni publicidad. Suelo comentar que el día que esto ocurra saldré a la calle… Porque Radio 3 me acompaña, me informa, me emociona y me “actualiza” desde mi más tierna juventud. A lo largo de ya muchos años he lamentado la marcha de algunos de mis imprescindibles: Ramón Trecet (buscad la “belleza”); Diego A. Manrique (el sabio ecléctico); Juan de Pablos (el entrañable); Jesús Ordovás (el más moderno); Cifu (puro Jazz) y muchos más ¡Se fueron o se hicieron mayores!
Este verano de 2021 he asistido a nuevas y destacadas despedidas. No comentaré, por respeto, los sempiternos adioses de Julio Ruiz y José
Manuel Lopez, que han salido, sin ninguna gana, con 50 años de programas a sus espaldas. Pero
si quiero hablar de Manolo Fernández y su irrepetible programa TOMA UNO. Le llegó su hora el pasado 25 de julio. Manolo Fernández
lo anunció en su programa del día 24. ¡Menuda bomba! No había dicho nada hasta
el momento (al menos yo no lo había escuchado) y a veces lo comentábamos sus
seguidores, “¿Qué edad tiene Manolo Fernandez? Uff, cualquier día de estos le
jubilan”. El día llegó y el fabuloso
e irrepetible programa TOMA UNO desapareció de nuestras vidas.
No insistiré en expresar ni mi pena ni siquiera el enorme vacío que deja el programa y su magnífico
creador, pero sí en destacar la
elegancia y el buen gusto de su triste despedida. A lo largo de sus dos últimos y magistrales programas, Manolo Fernández escogió la mejor
de sus facetas para decir “hasta luego”: la profesionalidad. Con su estilo sereno y
cálido, repasó sus
30 años de TOMA UNO a través de los mejores temas de la Americana, como le
gusta definir la música que pincha. Dedicó poco tiempo a hablar de sí mismo, no
se tiró flores ni hizo reproches, dejó que los músicos a los que admira fueran, como siempre, el centro del programa. Finalmente permitió que algunos de sus compañeros hablaran por él en
unos breves minutos en los que enlazó algunas declaraciones grabadas ¡Cómo se
lo agradezco! ¡Qué espléndidos programas! Y qué suerte haber tenido 30 años en
las ondas a un caballero como Manolo Fernandez y su Radio con Botas.
Nota: Siempre nos quedarán tus podcast y espero que tus
botas encuentren pronto otro lugar en las ondas. Las seguiremos ¡Muchas gracias!