Intencionadamente, por superstición, he intentado no mencionar el día después en estas crónicas. Si me entretengo a pensar en cuándo y cómo será el desconfinamiento (otro vocablo para la colección) seguro que me abandona la calma para perderse en la espiral de los supuestos. No me apetece sufrir por especulaciones, mías o de otros, pero estos días ha comenzado a subir el volumen del “ruido” y ya parece inevitable pensar hacia fuera.
Es curioso, junto con las hipótesis sobre el “después” empiezan a perfilarse ciertos comportamientos entre
la población confinada. Mientras muchos, desolados, intentan reaccionar ante
una posible, o ya confirmada, pérdida de empleo, y otros, destrozados, tienen aún pendiente una despedida y un duelo, algunos
se centran ya en los nuevos negocios.
Se me ocurre que las empresas de
comunicación no dejarán de recibir encargos para remodelar los menajes post Covid, o que los fabricantes de mamparas, mascarillas,
máquinas de ozono, líquidos desinfectantes o guantes, estarán planificando sus respuestas a la inesperada demanda en crecimiento. Son las primeras secuelas directas de esta crisis,
y junto a ellas, otras,
secundarias pero interesantes. Por
ejemplo, parece que en Francia se han incrementado de forma espectacular las
búsquedas y compras de casas aisladas en las afueras de las ciudades. Las miradas
se han vuelto hacia la naturaleza y con ella se vislumbran también actividades
de ocio diferentes. Si no podemos ir al futbol, ni al museo, ni subir a la
torre Eiffel, vayamos a reconquistar los prados, respiremos.
El creciente deseo de huir de las ciudades me
preocupa. Si millones de individuos descubren de pronto la naturaleza que hasta
ayer ignoraban y despreciaban, pero sin
cambiar sus hábitos ni su esencia destructiva, solo puedo imaginar lo peor: invasión y devastación
¡Socorro! Puede que la humanidad aún esté noqueada por un virus, pero sabemos
que no se dará descanso hasta que vuelva
a enseñorearse sobre el planeta, (pobrecillo).
En resumidas cuentas, ahora no quiero ni imaginar
el reencuentro con las masas enloquecidas por llegar, en coche, a los paisajes tranquilos. Solo se me ocurre seguir
entrenado para subir un poco más alto en las montañas, donde no nos alcancen.
Hoy en España: 210.773
total diagnosticados*, 23.822 muertos, 102.548
curados
*Han cambiado los recuentos de contagiados y ahora se basan en
los confirmados por test PCR.
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