Y aquí está el otoño y
míranos: preocupados, asustados, desconcertados, desilusionados, descreídos, desesperanzados
e, incluso, resignados. Si en marzo y los meses siguientes aguantábamos
pensando que igual no nos tocaba, ahora vemos el virus más cerca, probable e
incluyo inevitable. Mi amiga Rs cuenta que en aquellos días de marzo les dijo a
sus hijos: “muchachos, esto es el fin del mundo, ni más ni menos”. Lo contaba
entre risas, ¡qué otra cosa se puede hacer sino reír ante una frase que podría
ser una certeza! También lo decía el grupo REM: It’s the end of the world,
and you know it, pero entonces solo era una canción de los 90…
Lidiando con mi cabeza
por mantener el optimismo rememoro tantos fines del mundo como hechos convulsivos
han rodeado nuestras vidas o las de nuestros abuelos. Ellos resistieron y sobrevivieron a la
depresión del 98, la gripe del 18, la guerra civil, la escasez de los años 40, las dos guerras mundiales
y mucho más. Otros ciudadanos, más lejos,
aguantaron genocidios, luchas fratricidas como las de Camboya, los Balcanes o Ruanda. También devastadores desastres
naturales como terremotos, tsunamis, incendios o inundaciones. Cuántos “fines
del mundo” que lo han sido para muchos pero que no han logrado acabar con otros tantos. Quizá por eso me concentro,
ahora más que nunca, en resistir, renovar fuerzas y ser optimista. A ver si
logramos, cada uno, engañar la trayectoria del virus, dejarle pocos resquicios
y finalmente, eliminarlo.
Pensamientos como estos me entretienen mientras asisto a una clase de spinning, con mascarilla (que a los 5’ todos nos quitamos) y con cierto miedo. ¿Y si por esta tontuna (el spinning) ahora voy y me contagio? La clase fue con música de Mecano, un grupo ochentero que nunca fue de mis favoritos pero cuyas canciones son tan pegadizas como rítmicas. Gracias a ellas las “cuestas arriba” se hacen amenas y como lo del contagio me hastía y me asusta, me concentro en unas letras que conozco de sobra pero en cuyos mensajes hasta ahora no me había detenido a desentrañar (a ver, que tampoco Mecano es música de cantautor). Y me sorprendo tarareando y pensando que estas canciones las canta una chica, pero las canta en nombre de un chico, que es el autor, o sea que habla en masculino. El chico (la chica que canta) habla de amor a otras chicas, pero resulta que el chico (el autor) es homosexual pero no habla explícitamente de amor a otros chicos….Uff qué lío. Igual las letras habría que leerlas en otra clave... pero en los años 80 la música era ligera, divertida, provocativa y desprejuiciada ¡Qué maravilla! Hawaii, Bombay…. es un paraíso…
Datos actualizados a 24 de septiembre (18.30 hora peninsular española). extraídos de El País.
Diagnosticados Muertos |
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Mundo | 32.235.933 | 983.065 |
EE UU | 6.978.874 | 202.819 |
India | 5.818.570 | 92.290 |
Brasil | 4.657.702 | 139.808 |
Rusia | 1.123.976 | 19.867 |
Colombia | 790.823 | 24.746 |
Europa | 5.037.967 | 227.092 |
España* | 704.209 | 31.118 |
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